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lunes, 23 de abril de 2012

LO SIENTO PERO...

     Siento tener que hablar de esto, pero, al que no le guste, que mire para otro blog o para otro lado, como prefiera.
     Lo que voy a contar ahora raya en lo absurdo y en lo obsceno, si se me permite la expresión, y ya sé lo que muchos me contestarán, pero...
     ¡Ya está bien!¡Que la culpa de la crisis no la tenemos los funcionarios!¡Que hay mucha demagogia y muy poco fundamento en lo que dicen por ahí!
     Bueno, ya me desahogué, y ahora, calmadamente, me explicaré.
     Sé que hay demasiada gente sin trabajo, gente con cualificación de sobra y gente sin ella, joven, mayor, con hijos, sin ellos, pasando hambre, desahuciados por los bancos (¿por qué se creen que recomiendo el blog “sindinero”?).
     Pero, me pregunto yo ¿existe en alguna Administración local o en algún Ministerio, un “Negociado de Creación de Crisis Económica”?¿Somos los funcionarios mileuristas los culpables de que otros ya no sean ni mileuristas?
     El Gobierno Canario pretende rebajarnos otro 5% del sueldo a todos los funcionarios, independientemente de lo que ganemos, pretende subir el precio de los carburantes, quitarnos la paga de Navidad o dejarla en simple “palmadita en la espalda”, dejarnos sin ayudas sanitarias o al estudio, etc, etc, y todo ello porque estamos en crisis, pero... ¡ellos no se bajan sus sueldos que precisamente no son mileuristas, ni pierden sus tarjetas Visa, ni tienen que pagar sus desplazamientos porque los viajes entre islas por avión o barco, se los seguiremos pagando todos, semana tras semana, año tras año, ni, por supuesto, se quedarán sin paga extra en verano o en Navidad!.
     Si, la rabia ante esta situación caótica hace que mucha gente tire piedras contra los funcionarios, pero... ¿quién les tramita las ayudas sociales?¿o  las becas para que sus hijos estudien?¿quién les resuelve los problemas con las multas de tráfico?¿quién les atiende cuando van a la consulta del médico en el Centro de Salud?
     La próxima vez que vayan a insultar a los funcionarios por tomar café piensen cuántos bares y cafeterías subsisten gracias a los desayunos y los cafés de los funcionarios.
     La próxima vez que critiquen a los funcionarios por sus “altos sueldos”, hablen con los auxiliares administrativos o los subalternos de su Ayuntamiento, y verán que ninguno de ellos llega a los soñados mil euros.
     Y la próxima vez que sientan la tentación de cargar contra los funcionarios (que incluyen a su médico/a, su enfermero/a, a los profesores de sus hijos, al chiquito ese de Servicios Sociales que les está ayudando a tramitar la pensión no contributiva del abuelete con la que podrán sortear mejor la crisis, etc), carguen primero contra la privilegiada clase política, esos que no se bajan ni un céntimo y que realmente “no pegan un palito al agua” y sí se pasan la mañana tomando café (y dejándolo sin pagar, que también se da el caso).
     Ahora, como las cifras cantan, les dejo, para su conocimiento y a los efectos oportunos, un cuadro comparativo de lo que supone para el 90% de los funcionarios de esta país, una rebaja del 5% en su salario:
Sueldo de 600 euros=30 euros (gasolina para medio mes)
Sueldo de 1000 euros=50 euros (los desayunos de todo el mes)
Sueldo de 1200 euros=60 euros (la factura de teléfono)
Sueldo de 1500 euros=75 euros (una compra semanal para una familia numerosa comprando marca blanca)
Sueldo medio de político: 4000 euros-5%=200 euros (otro par de zapatos, que no desgata porque va en coche oficial del que no paga la gasolina)
     Saquen sus propias conclusiones y luego, decidan a quién van a insultar.
     Es todo lo que esta funcionaria interina tiene que informar.

jueves, 12 de abril de 2012

RETOS

       Para avanzar en la vida es necesario saber hacia dónde vamos.
   Para saber hacia dónde vamos, debemos tener claro de dónde venimos.
   Para saber hacia dónde vamos, debemos saber primero si queremos ir, cómo y qué camino es el que nos llevará hacia nuestra meta.
   Necesariamente, debemos tener un plan de ruta, pero antes de nada, para que el movimiento se demuestre andando, debemos tener un propósito, es decir, una meta.
   Hay quien dice que la vida no debe tener metas, porque la meta es un final, y si te marcas llegar a esas metas, después ¿se acaba tu vida?
   Quizá la palabra correcta no sea entonces "meta", y sería mejor hablar de "retos": cosas que quieres hacer antes de morir.
   Es interesante plantarse de vez en cuando y decidir qué retos afrontaremos de ese momento en adelante y cómo lo haremos: no se trata sólo de soñar, sino de materializar esos sueños.
   Cada reto que conseguimos es un paso en nuestra vida, pero un paso hacia donde nos hemos planteado llegar, y un paso que alimenta nuestra autoestima.
   Quedarnos estancados en los sueños, en las ilusiones de "algún día haré esto o lo otro" no es más que vanidad, y no causa, a la larga, más que frustración.
   Los retos no necesariamente tienen que ser grandes (no hace falta escalar el K2), pero deben ser significativos: aprender a nadar o a montar en bicicleta pueden ser retos pequeños a los ocho años, pero muy grandes a los cuarenta; sin embargo, se tenga la edad que se tenga, plantearse esos retos y llevarlos a cabo, es gratificante.
   Este comentario está dedicado a las personas que, como mi amiga Carol, han decidido, y están realizando, el reto de estudiar una carrera universitaria a los cuarenta años, compaginándolo con su trabajo y su vida familiar.
   Un sonoro aplauso por todos aquellos que saben que la vida está para vivirla intensamente y hacer realidad los sueños, no para esperar que la "magia" nos conceda lo que deseamos sin arriesgar ni poner nada de nuestra parte.