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lunes, 9 de julio de 2012

TU VIDA EN UNA MALETA

   La situacíón económica es tan pésima, que la palabra "emigración" suena cada vez más, incluso entre los funcionarios.
   El ritmo de reformas es tan brutal que no sabemos si, tras la pérdida del horario de verano (reducir la jornada una hora los meses de julio, agosto y septiembre), nos enviarán a las filas del paro a todos los interinos el próximo viernes (los famosos viernes negros).
   Como hoy comentaba un compañero, "los funcionarios a estas alturas, somos como los pasajeros de los aviones del 11 S: sabemos que este avión (la administración) se va a pique y nosotros somos los que vamos a estrellarnos, no hay salvación, lo único que no sabemos es cuánto tiempo más estaremos volando".
   Consideraciones políticas aparte, suena cada vez más, como decía, la frase "voy a emigrar a...(Alemania, Uruguay, Chile...)", y de ahí este post: ¿y si el próximo viernes me quedo sin trabajo y decido emigrar a algún país?¿y si me lío la manta a la cabeza y lo dejo todo por detrás, como hace unas décadas hizo mi abuelo emigrando a Venezuela?
   Sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta: dejarlo todo y marcharnos (mi familia y yo) a lo desconocido. Evidentemente, habría que meditarlo y hacerlo bien, pero se haga como se haga, no puedes llevarte toda tu casa contigo, debes decidir qué dejas y qué te llevas, y claro está, no podrás llevarte mucho.
   Hace años que tengo sobre mi armario una maleta de madera, de esas decorativas, en la que guardo los "papeles importantes" (títulos de estudios, diplomas de cursos y notas escolares...), con la idea (macabra pero real) de "si hay un incendio y tengo que salir de mi casa corriendo, sólo cogiendo esa maleta tendré lo importante a salvo" (claro que salvando primero la vida de mi familia y la mía propia).
   ¿Sería posible meter en una maleta lo verdaderamente importante para ti, lo básico que te llevarías a otro país?
   Es una reflexión interesante pensar en esa idea: un incedio o un traslado urgente,  cosas ambas que se presentan cuando menos te lo esperas, son acicates para establecer prioridades.
   La clásica pregunta de "¿qué te llevarías a una isla desierta?" se convierte en "¿qué te llevarías si emigraras y sólo pudieras llevar una maleta?"
   El minimalismo te ayuda a ver las cosas con la suficiente perspectiva: al pensar en esa posibilidad, me sobraba espacio en la maleta para llevar lo que no quiero dejar por detrás.
   Ayuda saber que, si el próximo viernes me quedo sin presente y sin futuro, y, para que mis hijos puedan comer, tengo que marcharme, lo importante me cabe en una simple maleta, quizá esa de madera que adorna mi armario desde hace años.
   ¿Y tú, tienes espacio en tu maleta?

3 comentarios:

  1. El otro día, hablaba del "único tema" con una compañera profesora de francés y me comentaba que estaba buscando trabajo fuera de España. Yo le comentaba que le estoy dando vueltas a la idea de montar un negocio (ya tuve uno hace unos años y no fue mal). Los dos somos funcionarios de carrera con destino definitivo, o sea, que antes de que nos echen tendrían que echar a todos los interinos y a todos los que tienen menos antigüedad, pero ya no se trata solo de conservar el empleo, las condiciones están empeorando tanto y tan rápido que hay que ir preparando ya un plan B por lo que pueda pasar de aquí a cuatro viernes negros...

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    1. Si, Luis, y ahora con esto de que nos quitan la paga de Navidad, la isla en la que vivo se terminará de hundir (el 60% de la población activa es funcionaria, y si no hay paga, no hay compras). Somos escasamente 80.000 habitantes, de los que en paro hay ya 11.000: si echan a los interinos a la calle ¿a dónde llegaremos?
      A los canarios no nos ha quedado más que emigrar en muchas ocasiones de nuestra historia: esta será otra más.

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  2. Saltando de una página a otra he llegado aquí y te leo una idea que siempre tengo en mente.
    He estado algunos años viviendo en México y siempre ha sido un poco a caballo entre España. Esto me ha hecho ir desprendiéndome de muchas cosas e intento llevar esa filosofía de tener lo justo, aunque no puedo negar que a veces es una lucha interna porque me gustaría comprar otras cosas nuevas (en Madrid me invade el consumismo :/). De todas formas te escribo aunque sea una entrada antigua porque me fascina esa idea de poder llevar una vida en una maleta, prueba de ellos es que muchas de las cosas que he ido adquiriendo en los últimos años llevan implícita la característica de que tendrán su plaza en ella (en 4 meses vuelvo a empacar para los próximos 6). Un secador pequeño de mano, un proyector pequeño, una cafetera pequeña... cosas que me den la opción de poder usarlas en otras partes, que no me fijen a un lugar (por ejemplo tener un pequeño proyector en vez de tener una tele), siempre invadida por esa idea de poder moverme de un lado a otro sin mas que una maleta.
    En fin, enhorabuena por tu blog, sólo quería compartir algunos pensamientos :)

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