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domingo, 15 de mayo de 2011

COMER SANO Y BARATO: LA OPCIÓN VEGETARIANA

Estaba leyendo ayer un artículo al respecto: como sobrevivir con un sueldo mileurista y no dejar de alimentarse debidamente...en resumidas cuentas, haciendo malabarismos.
Al mismo tiempo me estoy planteando que mi alimentación ovolactovegetariana está últimamente un tanto descuidada por las prisas y las obligaciones que no te dejan hacer un buen planteamiento dietético y llevarlo a cabo.
Por una cosa o por la otra, por falta de dinero o de tiempo, comemos mal, a prisa, lo primero que encontramos y de manera apresurada.
Así que se impone la lógica si queremos vivir bien: la organización lo es todo.
Ante todo, decir que todos sabemos lo que es comer bien: fruta, verduras, comidas variadas, comer a sus horas, no saltarse comidas, comer despacio...otra cosa es que lo hagamos.
Necesitamos primero el convencimiento de que lo hacemos por nuestro bien y de que no podemos demorar por más tiempo el cuidado de nuestro hogar (es decir, nuestro cuerpo); luego necesitamos tiempo y los pies en el suelo para organizar un menú bien planificado y que esté bien de precio.
Una vez más, otra razón para hacernos “vegetas”: no compras carne, gastas menos (o al menos reduce mucho su consumo, que te lo agradecerá el mundo y tu cuerpo también)
He hecho un menú para una semana, a modo de prueba, aunque tengo para cuatro semanas (por si le interesa a alguien). No he puesto merienda, porque termino de almorzar muy tarde (a las cuatro de la tarde), y ceno pronto (antes de las nueve de la noche).
He intentado economizar, aunque hay cosas que son más "carillas" como el tofu, el seitán, las hamburguesas y salchichas vegetales, pero, comparadas con sus homólogas carnívoras, son baratísimas.
A media mañana siempre como lo mismo, la manzana que me la como en la oficina y luego voy a la cafetería de siempre a tomarme el café con leche calentito (así economizo, que no está la cosa para gastarte 3 euros diarios en un triste café con leche y un sándwich de pan blanco con dos lonchitas de queso)
Para mi, el desayuno es la comida más importante del día, no sólo porque, como su nombre indica, rompes el ayuno nocturno y te llenas de la energía necesaria para afrontar tus tareas, sino porque dependiendo de la calidad (no cantidad) de lo que tomes y la forma en que lo hagas (despacio, sin prisas y en familia), tu calidad de vida se potencia y comienzas el día con alegría.
He procurado equilibrar la cantidad y calidad de comidas, respetado eso de verduras y frutas diarias, legumbres (dos veces por semana y acompañadas de hidratos de carbono como el arroz para conseguir proteínas completas), lácteos y huevos
En cuanto a los azúcares, hace ya dos años que eliminé el azúcar blanco de mi dieta; opto por sirope de ágave, miel, melaza o por no ponerle azúcar a lo que ya de por si es dulce (la leche, por ejemplo, es dulce de por si). Las mermeladas son sin azúcar, con sirope de ágave o sólo fruta 100%.
El único café que tomo a lo largo del día es el de media mañana: le pongo malta o café de cereales a la leche es una cuestión psicológica, no puedo tragármela si es blanca porque creo que tiene nata, cosa que nunca he podido soportar en la leche, y por eso la tomo semidesnatada).
Las nueces son para conseguir los ácidos omega 3 (aunque también tomo dos cucharadas diarias de una mezcla cuyo nombre comercial es “Combi Plus”, que tiene lino molido, germen de trigo, levadura de cerveza y polen, que contiene esos ácidos y más vitaminas, sobre todo del grupo B, para completar la dieta; no es totalmente necesaria, así que tampoco pasa nada si no lo tomas, sólo que si lo haces aseguras la absorción de un montón de cosas buenas para tu organismo).
Para el que quiera profundizar hay un montón de páginas por ahí en la red sobre nutrición vegetariana (solo hay que escribir eso y aparecen), y una revista que se llama así, “Cocina Vegetariana”, pero en la mayor parte de las recetas utilizan ingredientes difíciles de encontrar, y por tanto caros, presentan recetas un tanto sofisticadas o más bien “raritas”, con lo que para algunas personas interesadas en hacerse “vegetas” tanta “rareza” les convence de lo imposible de sus anhelos (nada más alejado de la realidad).
Cierto que en mi menú he incluido, como dije, cosas “raras” para los ni iniciados, como el tofu, el seitán o las hamburguesas y salchichas vegetales, o como la quínoa hinchada con miel (cereales que vienen preparados). Para quienes estén interesados, les remito nuevamente a la red; para quienes crean que si no consiguen “esas cosas”, no podrán alimentarse bien, les diré que no son realmente necesarias; son ricas, nutritivas y sobre todo “camuflan” tu opción alimentaria delante de terceros.
Por ejemplo, si mis hijos comen salchichas de las de toda la vida, yo las como vegetales y ellos, que ven algo similar en mi plato, no preguntan (ejercicio válido para cualquier situación en la que no quieras o no tengas ganas de explicar, por enésima vez, por qué eres “vegeta”)
También son útiles para los que empiezan y creen que no pueden comer si no hay algo parecido a un filete en su plato, o para los que, como yo, comparten mesa y mantel con omnívoros (ellos carne, yo seitán, así de fácil), porque aprovecho la misma menestra o la misma salsa de verduras y cuando hay que añadir carne, separo y en un calderito aparte pongo mi versión “vegeta”.
Pero si no es tu caso, no te fías, no te gusta probar cosas nuevas (o las has probado y no te convencen), no es necesario que las incluyas en tu dieta.
Hace ya tiempo leí en una página web que trata sobre el ahorro (ahorrodiario), un debate sobre si hacerse vegetariano conduce al ahorro; unos decían que si, otros que comprando todos esos productos “especiales” al final gastas el doble.
Yo creo que ser vegetariano sale barato, sólo hace falta echarle imaginación, porque la comida vegetariana no es más que la cocina mediterránea de toda la vida (en su mayor parte vegetal): legumbres, verduras, quesos, frutas...buen pan y buen vino.
Para orientar a los que quieran adentrarse en el mundo “vegeta” sobre el tema de precios, y teniendo en cuenta que a mi me sale más caro por la doble insularidad, dejo aquí los precios de algunas cosas que he comprado últimamente:
Seitán en filetes: 3, 20 (son unos diez filetes que abastecen mucho; son unos 200 gramos)
Seitán en bloque: 3,40 (ideal para picar y hacer albóndigas, por ejemplo son unos 200 gramos también)
Salchichas vegetales: desde 3 euros hasta 3,95 (unas seis salchichas tipo alemán)
Hamburguesas vegetales (en paquetes de 2): 2,95 las más caras
Tofu en bloque: 2,40 unos 125 gramos (que abastecen bastante también)
Puede parecer caro, pero comparándolo con 15 euros por cinco filetes de res (3,00 euros cada filete), no creo que nadie pueda rebatir mi tesis (y si les parece que exagero, vengan a vivir a una isla menor en medio del atlántico, y luego me cuentan).

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