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miércoles, 27 de julio de 2011

ALIMENTACIÓN ÉTICA

   Al hilo de lo expuesto por Chocobuda en su post "budismo no tan herbívoro", surge este otro en el que trataré de resolver, otra vez, la cuadratura del círculo.
   Si buscamos en internet "alimentación ética" surgen muchísimas entradas que hablan de veganismo.
   ¿Qué tienen que ver las ranas con los renos? Fácil: se supone que alimentarse éticamente es no hacer daño a los animales, o mejor dicho, causar el menor sufrimiento posible a nuestro entorno, para sobrevivir.
   O sea, que los "buenos" son los veganos y los demás o somos menos buenos o directamente malos ¿no?
   Sería esto demasiado simple, y si es tan simple no admite discusión y no tendría relevancia alguna en la red, así que debe haber algo más detrás de todo esto.
   El debate comienza con lo que apunta Chocobuda, es decir, ¿es más ético alimentarse con cosas que vienen de muy lejos, se han producido en condiciones no del todo transparentes y han gastado demasiado combustible y recursos para ponerse en tu plato, que hacerlo con un trozo de carne que afectuosamente te ha puesto tu madre en el mismo plato y que proviene de la granja de al lado?
    Se puede contestar que más ético es hacer tu mismo/a el seitán en tu casa y negarte a comer lo que tu madre ha hecho, y es cierto...hasta un punto: ¿es ético tirar la comida que tu madre te da con todo su amor, sólo porque no comes carne? ¿No es más ético decirle a tu madre que no compre la carne para ti y si no lo ha hecho, sino simplemente es lo único que tiene para ofrecerte, no negarte a comerla, aunque sólo sea por no hacerle daño a alguien que primero moriría antes de hacerte daño a ti?
   Nadie tiene todas las respuestas (si alguien las tuviera acabaría suicidándose porque no tener misterios que aclarar ni problemas que resolver debe ser bastante aburrido, y la vida perdería todo sentido).
   Repito, nadie tiene todas las respuestas, aunque todos estemos buscándolas.
   Cierta vez, por casualidad, encontré en la red un artículo relativo a la alimentación ética escrito por un monje budista (lo siento, no recuerdo el enlace), en el que exponía que ser vegano no es siempre ser ético: se puede ser vegano y ser un borde que amarga la vida a los demás; se puede ser vegano y consumir hasta morir y gastar por gastar; se puede ser vegano y fumar o beber hasta emborracharse, coger un coche y provocar la muerte de alguien...es decir, un vegano es una persona normal y corriente, igual que cualquier otra, con defectos y virtudes.
   Y como argumentaba este monje budista, nadie tiene la ética en propiedad exclusiva ni se puede defender el veganismo como la única vía hacia la alimentación ética usando para ello platos, vasos y cubiertos de plástico que tiramos a la basura en enormes bolsas de plástico.
   ¿A dónde quiero llegar con todo esto? Muy fácil, no se trata de ser vegano o no, de ser vegetariano o flexitariano o lo que sea: se trata de ser ético, de tomar consciencia de que todo lo que hacemos tiene repercusiones para nosotros mismos y para los demás seres con los que compartimos este planeta.
   Debemos tomar consciencia de cosas como de dónde viene lo que comemos, la ropa con la que nos vestimos, el papel de los libros que leemos o la madera de la que se hacen los muebles del salón; y una vez hecha esa toma de consciencia, tomar decisiones al respecto.
   Alimentarse éticamente es saber que comemos para vivir, no vivimos para comer y que el precio que pagamos por lo que comemos no es sólo el que le damos a la cajera del supermercado.
   Por si alguien quiere ampliar el tema por su cuenta, léanse el libro "Comer animales", y piensen por ustedes mismos.

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